«Aún», pensamientos desde la inconciencia.

Aún sueño que me quieres.
Que queda en ti, aunque sea, un uno por ciento de lo que alguna vez dijiste sentir por mí.
Luego despierto… y recuerdo lo que para ti significa el amor: control, poder, humillación y uso.

En ese momento entiendo que quizás nunca me amaste.
Que fui para ti una imagen distorsionada de ti misma.
Un espejo incómodo, que preferiste romper.

Me da un poco de nostalgia, sí. Pero ya no me resisto a sentirla.
La dejo pasar, como se deja pasar el viento en una casa con ventanas abiertas.

Sé que algún día vas a encontrar tu lugar exacto en mis recuerdos.
Aún no encajas como quisiera.
Te sigo viendo demasiado nítida.
Y lo que deseo es que te diluyas…
Que te vayas al rincón de las cosas que ya no se buscan, que ya no se tocan, que no duelen.
Ese baúl donde se guardan los nombres que ya no tienen eco.

Aún sueño con tu sonrisa.
Aún representas algo para mí. Lo acepto.
No sé si con pena o con resignación. Pero lo acepto.

Anoche, otra vez, soñé contigo:
Éramos felices.
Éramos cómplices.
Éramos uno.

Desperté.
Y recordé que tu odio aún sigue ahí, agazapado, en lo más profundo.
Y supe, una vez más, que no podré transformarlo.
Ni quiero hacerlo.
Me resigno. Me entristezco un poco. Y dejo pasar también esa tristeza.

Ojalá todo fuera diferente, sí.
Pero hoy no quiero cambiar el pasado.
Solo quiero dormir tranquilo…
y, algún día, no soñarte más.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
Escanea el código
Hola
¿En qué podemos ayudarte?